jueves, 16 de octubre de 2008

Prostitutas puede; esclavas, no


Es de notoria importancia destacar que la visión que percibía la sociedad sobre las prostitutas ha cambiado con el paso de los años. Hace años, la práctica de esta profesión se veía de modo natural, cuando una mujer no tenía para comer, practicar este oficio era la única forma de subsistir y entonces, aun partiendo de que los individuos podían ser más retrógrados (ya que hablamos de un momento de posguerra principalmente) lo aceptaban sin perjuicios. Pasado el tiempo, la sociedad fue evolucionando y con ella su mentalidad, pasando de la permisividad de la época de la posguerra (lo importante es ganarse uno mismo sus habas fuera como fuera) a considerar la práctica de la prostitución como una forma de pecar, una práctica viciosa.
Hace no mucho tiempo, el debate, podemos decir que continúa hoy en día, sigue siendo el eterno dilema del “legalización de la prostitución sí, legalización no”. Hoy en día, no nos podemos quedar en eso, tenemos que sumar además la continua recepción de personas extrajeras en nuestro país, que se dedican a practicar la prostitución, en la mayoría de los casos, por lo decir rotundamente en la totalidad de ellos, de forma obligatoria, impuesta por mafias que trafican con la vida de estas mujeres para que realicen un negocio tan fructífero. Es lo que todo el mundo conoce como la “trata”.
Las posturas políticas abarcan un gran número de posibilidades a la hora de hablar de prostitución. Realmente, lo que priman son los intereses políticos frente a los intereses personales de cada mujer que se ve obligada a realizar esta actividad. No se mojarán, o por lo menos según mi punto de vista, próximamente (en un período breve de tiempo) los políticos en cuanto a la legalización o no de la prostitución ya que eso va a suponer mucha más controversia y posicionamientos que en lo que su día supuso la legalización del matrimonio gay.
Diferentes asociaciones que buscan defender los derechos de las mujeres (haciendo referencia en este caso a las mujeres que ejercen) hablan clara y rotundamente de esclavitud, ya que cada día son este tipo de asociaciones las que realmente mantienen contacto directo con estas mujeres, las conocen de primera mano y son ellas las que pueden realizar un papel de puente de comunicación entre las que no quieren o no se atreven a hablar y la sociedad. Recordar que son mujeres que se encuentran en situaciones muchas veces horripilantes, son violadas, son humilladas, apartadas, acosadas, maltratadas en todos los sentidos.
Cuando hablamos de prostitución, podemos hacer una reflexión que vaya más allá de la situación que viven las prostitutas, podemos leer los periódicos, en infinidad de ocasiones (cada vez más) nos enteramos de casos de corrupción, de abusos de autoridad, de implicación de altos cargos o simplemente funcionarios (miembros de la policía, que se supone protege y cuida que se cumplan los derechos de los ciudadanos) sacan grandes beneficios de esta actividad económica que mueve billones de dólares al año en el mundo. Ante un “caramelo” tan apetitoso, algunas personas (a las que podría definir con muchos términos y que no voy a hacer) son las que no rechazan la oportunidad de, además de lucrarse económicamente, ejercen un abuso de autoridad (puede que provocada por frustraciones de su vida pasada) explotando a las mujeres, que muchas veces sin saberlo, otras sí, se encuentran en un país extranjero, donde se les viste con lo mínimo y se las pone en un taburete en una barra de un club para que hagan cualquier cosa que se le pida a cambio de no matarlas a ellas o a cualquier miembro de su familia. Estas mafias, personas que muchas veces conviven con nosotros y no sabemos a qué se dedican en su tiempo libre, atemorizan a las chicas sabiendo (o arriesgándose) que no los denunciarán por el miedo, por el pavor que les tienen, no se puede luchar contra el miedo de una persona si esta persona no entiende que se puede vivir sin miedo.
Lo cierto, es que después de todo lo que se ve, se lee, se escucha… no importa cómo ni quién, lo importante es que es necesario que exista algún tipo de solución porque hoy por hoy, no la hay y cuando existe, no hay recursos, no hay ayudas, no hay apoyos.

No hay comentarios: